Imagina que encuentras un libro muy viejo escrito en español, pero las palabras son diferentes a las que usamos hoy. ¡Ese es el castellano antiguo! Es como el español de hace muchos siglos, y es difícil de entender.

Para leer esos libros, necesitamos traducir el castellano antiguo al español moderno. Es como cambiar las palabras antiguas por palabras que entendemos ahora. ¡Así podemos descubrir las historias y los secretos del pasado!